Entre el amanecer y el anochecer de ayer 4 personas fueron asesinadas en la Ciudad de Guatemala. Sandra Patricia Pesquera Cortez, de 26 años murió en la afamada "línea" en la zona 1 cuando, presuntamente, un hombre que pago por los servicios de la victima la estranguló en esta zona.
El cuerpo sin vida de otra mujer fue encontrado en un tonel en la zona 11, un hombe asesinado en un salón de belleza, un taxista en el boulevard Los Próceres... En fin, luego del azúcar y el café, al parecer, en Guatemala se produce muerte al por mayor. "Este año se han registrado al menos 440 muertes con señales de tortura hasta el 15 de agosto, frente a los 505 del 2007 o 526 del año pasado" -Indica el sitio oficial de Prensa Libre.
La cacería humana es el deporte por excelencia en un país donde aterra la idea de que la gente ya ni se altera al recibir tales noticias, "igual, nadie se muere en víspera..." decía mi bisabuela en tiempos donde ni era tanta la corrupción ni tanta la indiferencia. Vivimos en un país lleno de vida, de naturaleza, una tierra abundante en diversidad cultural y étnica. Una nacion donde hasta la máxima autoridad ha sido questionada sobre asesinatos y el ejercito investigado por desapariciones forzadas, persecusión y genocidio y sin embargo, ¿Se ha hecho algo al respecto? Nadie quiere meter las manos al fuego por otro, es algo natural y no podemos culpar a los guatemaltecos por ello, el temor ya vive en nosotros y la vida tiene menos valor que la canasta básica. "Ultiman a tres", "Mueren el taxi", "Otro piloto"...
¿Hasta cuando seguiremos así? Ojalá pronto pongamos en práctica las lineas de nuestro Himno Nacional: "...Pues tus hijos valientes y altivos, que veneran la paz cual presea, nunca esquivan la ruda pelea si defienden su tierra y su hogar... que es tan solo el honor, su alma idea, y el altar de la patria a su altar..."
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